miércoles, 5 de diciembre de 2012

Quizás.

"Amor mío, no te quiero por vos ni por mi ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto."
-Capítulo 93, Rayuela.

Me daba miedo escribirte.

Quizás porque en el fondo ya sabía que te quería más de la cuenta.
Quizás por tus ojos sinceros, que nunca esconden nada.
Quizás porque logras ver al fondo de mi alma.

Quizás es una palabra muy cabrona.

Porque en este remolino
ya no sé si te amo,
o te odio por amarte.
Si me quieres,
o yo te quiero,
o si me deseas,
o si todo esto fue otro de mis cuentos,
algo que ya escribí
y fue tan mágico
que se sintió real.

Ya no sé.

Lo que sí sé
es que me das cosquillas,
y me dueles,
y me emocionas,
y me cansas,
y me mojas.

Así y también al revés.

Y en otra vida
quizás tuvimos hijos,
quizás fuimos novios un mes en la secundaria,
quizás fuimos nuestro primer amor.

Quizás es una palabra muy cabrona.

Pero en esta vida 
nos quedamos así:
en medio de lo que fuimos
y lo que pudimos llegar a ser.

Nos quedamos así,
con una sed insaciable del otro.

Me quedé con tu sabor en los labios,
y tu voz que de vez en cuando toca a mi puerta.

Nos quedamos ahí,
a la orilla del puente
y sin poder dar el salto.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario